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U ?ll&(1Olld? (flll {dtdIll
n el teoe? partido contra & ?Avenç?
cs azu-grana han vencklo po? 4 a 1
El Campeonato de Cataluña ha termi?
nado definitivamente. Y bien puede de-
cirse que hasta el último momento la
lucha para la adquisición del glorioso
título ha revestido extraordinarios ca?
racteres de emoción Los tres ?cuadros?
del epílogo han superado en interds a
cuanto cabía esperar.
A nosotios nos complace tributar al
?Barcelona? nuestro aplauso y nuestra
felicitación, tanto más merecida cuanto
que la victoria definitiva le ha sido dis
putada palmo a palmo hasta los últimos
instantes. Pero en el mismo elogio del
campeón queremos envolver al valiente
equipo ?avencista? que se ha mostrado
en todos momentos un digno rival. Es
grande la gloria del ?Barcelona?, el club
decano y consagrado que durante cuatro
años consecutivos alcanza el campeona-
to de su región, pero no es menos ex?
traordinaria la proeza del ?Avenç?, el
club todo juventud, que después de no
perder un solo partido en su grupo, lo-
gra pagar a la categoría superio? ile-
ga a hacer obligatoria la celebración de
un tercer encuentro para dilucidar si le
pertenece o no el título de ?as? de los
?ases? de Cataluña.Honremos, pues, como merece, el nue?
ve triunfo del ?Barcelona?, pero salu
- demos también el advenimiento del
? Como en los dos matches anteriores,
el público llenó por completo el espacio
a él reservado. Fueron varios Xos cien-
tos de personas que no llegaron a pod?er
entrar en el campo del España. A las
cuatro menos eimrtn el órhifrn no n_
legiado Prats, del ?Espanya?, dió la se-
ñal de empezar en medio de gran exper
tación.
Por el ?Barcelona? jugaban Zamora
Coma, Galicia Torralba, Sanxo, Sa-
mitier?Vinyals, Martínez, Gracia, Al?
cántara y Martmnez_Sagi, y por el
?Avenç? Marcet Planas , Casanovas?
Roca, Gularons, Sellarés-_ñTilar, Cara-
puig, Bordas, Coca y Cabrera.
Los primeros minutos correspondie.
ron a la expectación que el encuentro ha-
bía drspertado. El ? Avenç? arremetió
con su ímpetu habitual y el ?Barcelona?
supo responder serenamente con avan
ces magníficamente llevados. Los de San
Andrés lograron obligar a Zamora a en-
trar en acción y cosechar aplausos y los
azul-grana, por su parte, devolvieron la
visita al terreno aveneista en el que Pla?
nas, por su pasmosa seguridad, hízose
ovacionar a cada momento. Los prime-
ros quince minutos fueron verdadera-
mente magníficos.
Luego, ante la inutilidad cJe los es-
fuerzas para marcar, creció la nerviosi?
dad de los equipiers y la calidad de jue
go decayó notablemente. No así la eme-
cíón del público que seguía ansioso las
jugadas de peligro ante los goals.
Próximo ya el medio tiempo, el
?Avenç? incurre en penalty. Lo tira Vi?
nyals en medio de gran silencio y el ba
lón rebota en el poste aliviando la an
gustia de los aveneistas. Poco despuós,
terminó el primer tiempo en que no hu
be dominio de ningún bando.
En la segunda parte, vese desde un
principio ?al ?Barcelona? decidido Prime-
mente a vencer y mejorando poco a po
co su juego logró dominar a sus conttra
nos. Prats marcó nuevo penalty contra
el ?A\ eflÇ?, Martínez_Sagi, acaso erno
cionado, lo tiró también fuera. Parece
que la suerte \uelve la espalda al ?Blar?
celona?, pero al cabo de pocos minuitos
Martínez logra en un comer rematan? el
ansiado primer goal que es recibido con
una ovación enorme.
Esta primera alegría barcelonista du
ra poco, pues enseguida Sancho incuirre
en penalty y Planas lanza un directo hm-
parable que señala el empate.
Apenas centrada la pelota, Alcán?t ara
(a quien el ?marcado? riguroso de 1Ro-
ca ha dejado brillar poco hasta ahwra)
lanza un shoot. Mareet Incurre en el
vicio, ya en él tradicional, de arrodilll?ar?
se inútilmente para pararlo; no acierta
a deshacerse pronto de la pelota y se
encuentra con tres delanteros azul?gra?
na encima que le hacen rodar por lo
suelos. Hay dudas de si el ?balón ha en
trado o no. El árbitro consulta al jluez
de goal y da por válido el tanto. A piar-
tír de este momento el dominio barice?
lonista es ya aeentuadísimo. Marcet se
desconcierta y hace salidas inverosfnnil?
mente malas. El árbitro no vió o no q ui
so ver unas manos claras e intencioma
das de un defensa avencista en el Éurea
fatal y ello provocó algunas protes tas
ruidosas.
Poco despué, en ocasión de una cnn-
trada prodigiosa de Martmnez-Sagi, Mar
cet sale sin cieeision ni oportunidachl
la cabeza de Gracia logra entrar el ter?
ccc goal para su bando.
Por bu, Alcántara nos obsequia con el
goal de la tarde, de un rapidísimo y
rnaravil]js() shou se-,gado.
Faltan 1)00)5 1fluiJllLO y la punL?tl cle
?úvenç? se ve asediada esfrechamente.
La actuación insuperable de Planas C la
que impide que la dcrrota del ?Avenç?
no tome proporciones demasiado serias
antes de que Prat señale el final de este
encuentro que, si no pródigo en grandes
jugadas, lo ha sido a lo menos en gran
des emociones
El ?Barcelona? demostró su superio?
ridad, pero no tuvo sin embargo uno de
su grandes días. El ?Avene ?, que cm?
pezó magníficamente, tampoco tuvo una
gran tarde. Le protegio la suerte en los
dos penaltys, pci-o en cambio creemos
que 1111 poilero menos irregular que
M?areet pudo haber evitado fácilmente el
segundo y tercer goal.
Del ?Barcelona? los mejores fueron:
Zamora, Torralba y Mar?tlnezSagi. Del
?Avenç? : Planas, Roca y Cabrera. El ár
bitro, con mas voluntad que acierto. To
co fallas l)erfectarnnte inútiles y en
cambio dejó de señalar la jugada que
fuó el penalty más claro de la tarde.
Peio en general, se vió imparcialidad en
su labor.
En resumen pu ?de rleeirsc? del parti?
do que el ?liare lona? h?nLu,fró actuar?
mente ser superior al ?Avenç?, que
cuando su, jugaclois quieran y sus rin
ree ores t6ciiiü los dirijan dehidamen?
te, pueden (ointituir de nuevo aquel
conjunto que no puede encontrar ac
tualmerit?p alvínariri que le venza en
Cataluña. En cu-into al ?Avenç? no sale
con desrnereciniiento alguno de la de?
rrota. Fá?llale sólo la triadur-ez que da
la experiencia de frecuentes partidos
contra adversarios de alta categoría. Su
ingreso en el gru?j)o A significa un alto
aliciente para el campeonato futuro.
* * *
Hasta nosotro5 han llegado noticias
de preparación de un homenaje al ?Bar-
celona? por su nuevo triunfo. Nada ms
merecido y que merezca mayormente
nuestra ariliesión.
Pero por parecernos tambión justísi?
ma, queremos dar cuenta de una idea
que en earta llegada a nuestra redacción
nos ruegan hagamos nuestra varios lee-
toros. Se trata de aunar en un mIsmo
tributo de admiración al ?Barcelona? y
al ?Avenç?, al uno por la cuádruple cdi-
ción de su triunfo en el Campeonato re-
gional y al otro por el entusiasmo y no-
bleza aportados a la lucha. ?El homena
je simultáneo a los dos equipos - dicen
nuestros comunicantes ? sería la más
justa compensación a las tres tardes de
gran emoción que han sabido proporcio?
liarnos?. Nosotros opinamos en el mis-
rna sentido.
La idea está lanzada. Quien posea más
altas capacidades organizadoras que
nosotros puede recogerla...
P!EUMUNSTERE8PAÑOL
La ?fuga? de los suizos. . . y la apatía de
sus adversarios valen al ?Pjeumuns?
ter? una vietoria por? 3 a 1, en su pr?
mer partido.
En el campo vecino ?repicaban gor
do? y ello influyó notablemente en que
a este partido acudiera menos eoneu
rrenoia de lo que sus organizadores cJe?
searon seguramente.
El ?Neumunster? presentó el siguien?
te equipo: Mariani, Hienpold, Cotterl,
Brumers, Besmmer, Wutlirich, Corridi,
Doseu, Muller, Wezden y Mesmer El de
los blanqui..azu?les estaba formado por
Amorós, Puig, Montesinos, Blanco Fe-
rece, Torres, Mairlot, Loredo, Armet
(Kinké), Mallorquí y Canais.
Como se ve, en el equipo del ?Espa
nol? no faltaban fenómenos y su compo
sicióri hacía presagiar una fácil victoria
realista sobre los modestos ?neumuns-.
terianos?.
En el primer tiempo el desarrollo del
juego pareció Confirmar tales presagios.
Los suizos demostrarun niuclio ardor,
bastante rapidez, pero fueron fácilmente
dominados por los nuestros.
Kinkó Armet (de quien dicen los ?es?
pañolistas? que ya no piensa en volver
a Sevilla) , mareó dos goals, uno de ellos
rememorando aquellos sus famosos tiem
pos del ? Universitary? en que once ami-
versario5 eran pocos para ril, y otro de
un excelente remate.
Parecía que en la segunda parte el
?score? debía aumentar ?a favor de los
nuestros y era lo lógico que así fuera...
pero está visto que el ?Español?, que
sabe tener tardes como los mejores, sa?
be también tenerlas como los peores...
de los peores.
y gracias a esta proteica cualidad de
los jugadores blanquiazules, tuvimos el
disgusto de presenciar cómo los animo-
sos y fornidos suizos, se iban adueñan-,
do poco a poco del campo adverso, sin
que en un solo momento reaccionara la
honrilla y el amor propio que en otro
tiempo fueron tradicionales en el once
?españolisfa?. El resultado de la estu
penda actuación realista fud que uno
tras otro los suizos lograron tres tan?
tos y a su favor quedó el partido por
3 a 2.
¡ Oh, manos ?vivientes? de Ponz, de
Gibert, de ?J?rago, de Mora y de Sampe
re ! ¡ Cómo debisteis enrojecer al cono
ocr la ?hazaña? de vuestros descendiem.
tes futbolísticos!
Y ahora completamente en serio. El
?Español?, por sus prestigios, ?por lo que
representa en el futbolismo catalán e
hispaiiu, iio tiene derecho a jugar como
el domingo lo hizo. Si el vestir la cam?i
seta h?lanqui-azul no era sufieieite pa-
ra infundir a los jugadores el respeto
que a su tradición se debe, debían re-
cordar cuando menos que eran futbolis
tas de primera categoría de una nacIón
que ganó el segundo puesto en una re-.
ciente Olimpiada.
iNosotros apreciamos en los suizos
corpulencia, rapidez, dominio del balóri
incluso, pero no supimos ver ni el cono-.
cimiento de juego, ni el dominio de nni
tóoniea determinada que ni ?por asomos
pudiera permitirles el triunfo sobre el
equipo del ?Español?. Sólo por la...
apatía, llamcmosle apatía de los jugado-.
res blanquiazules, los simpáticos ?neu?
inunsterinos? se habrán encontrado con
una victoria que seguramente no espe-.
raban ellos mismos.
Uno qcce receerda a Carril.
EL MUNDO DEPORTIVO4
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