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Walter fue un constante motivo de preocupación para los defensores verdinegros, pese
a decaer algo en el segundo tie!upo. La imagen le muestra en el logro de un encestebajo el aro del Juventud, superando el intento de oposición de ?Amatller y José M: Margall;1]
;Sensación en Badalona!!
89-80: El Juventud trenóal Madrid;0]
lisereible, pero verdad: el Madrid,
invicto en la Liga desde hace
cuatro años, conoció ayer ante unexuberante y arrollador Juventud,
el sinsabor ?de la derrota, batido
en toda la línea por un ad?v?ersarioque, como tocado por una varita
mñglla, apareció en esta ocasión
ilagúosamente transforniado, hasta tal punto que no debían ser po
cos Lo aficionados que llenaron a
rebosar el Palacio badalonés que,en el curso del partido, y a la ter
minación del mismo, hubieron de
pellizcarse para conveneerse de
que no estaban soñando...La superioridad de los verdine
gros, en una actuación literalmen
te perfecta, de una calidad porten
tosa, tenía, en efecto, visos de algoirreal.. Pero no. El Juventud ha
?bis guardado para este encuentro
el solemne momento de destapar el
tarro de la mejor esencia de U
luego, hecho dé tesón, nervio y clase, esa trilogía que define a los
equipos auténticamente grandes.
Sólo así, a fuerza de prodigar
4ciertos, sin tasa ni medida, de so
breponerse a cada reacción madridista,
que en los últimos instantessugerían la imagen de iui león neo
rralado lanzando inútiles zarpazos,pudo el Juventud alcanzar el buen
? «epuerto de la victoria, recogiendo
en él el adecuado premio a una
? labor grávida de notas positivas.
VICTOR ESCORIAL,EL ?HEROE...
E innegable que la resonante
victoria del Juventud fue el pro
ducto de una labor colectiva de refulgentes
aciertos. Pero lo es tasu?bién que el equipo verdinegro
mostrase una tan fluida y perfec
ta conjunción de ideas y esfuerzoslo ?que contribuyó, de forma deci
siva, a la soberana actuación de
Víctor Escorial, erigido en inspirado y brillante conductor del bloque
verdinegro, galvanizad por la acción inteligente de su eplay-maer»
y ayudadko, además, por la notable
aportación que, eno un tiro de implacable precisión ,estuvo haciendo
el propio Escorial.
La impresión de que el Juven
tud había enconmido a un nuevoBuscató ?el hombre que empuja,
que mueve al equipo, que mete
puntos...? quedó planeando sobrelas repletas gradas del Palacio ba
dalonés.
El éxito del Juventud, empero,no fue, insitimo, sé de un hom
bre sino el de un conjunto. Esco
rial fue el gran capitán de esa
aguerrida tropa, pero en ésta todos sus números se excedieron en
una prestación tan. lucida como efi
caz: Filba, José María, NarcisoMargall y Fernández ?componen
tes, con Escorial, del quinteto ba
se ? cumplieron a antera satisfac
ción sus respectivas misiones. El
Juventud fue eso: un bloque com
pacto, de granítica homogeneidad,que supo y pudo sostoner un rit
mo ?trepidante en todo el encuen
tro ante el que el Madrid, con to
da su fama y su poderío acabaríainchnándose sin remisión.
CUANDO EL TRIUMFOEMPEZO A ENTREVERSE
Lluis y Ferrándiz coincidi?ron en.
el planteamiento defezisivo, d e
asignación individual, con marcajes mutuos entre Escorial
- Ramos,Flltbá
- Rullán y Fernández - Cristóbal, ?mientras Narciso Margall
FICHA TECNICA
JUVENTUD, 89 (46). 41 ca
nastas de 77 intentos (53?2 porciento); 7 t. 1. de 14; 23 F. P.;
un jugador elIminado: N. Mar
gall (26 m. 58-55). Escorial, 23;Filbá, 17; N. Margall 10; J. M.
Margall, 18; Fernández, 10 (alineación inicial); Estrada, 1 1;
Santillana, .Ajmetller, Bosch.
REAL MADRID, 80 (49). 32
canastas de 52 (61?S por cien
to); 16 t. 1. de 24; 20 F. P.; ningún eliminado. Ramos, 0; Wal
ter, 22; Cristóbal, 2; Rullan, 8;Brabender, 32 (alineación ini
cial); Cabrera, 14; Luyk, 2; Cor
balán, Paniagua.
Los colegiados Mariné y Monge, en un impecable arbitraje,
condujeron el partido con unatotal autoridad. Fue, el arbitra
je, otra de las muchas notas
brillantes del encuentro.
En el banquillo del Juventud se trabajó tan intensamente como sobre it parquet en pró
de la victoria. Durante un tiempo muerto, Santillana Estrada, Bosch, Mulé y Cairó se
unen al «cinco» en pista para mantener el indispensable tono emotivo. Lluís dirigió
con decisión e inteligencia a su equipo
La insistencÍa con que Pedro Ferrándiz mantuvo a su equipo ?en unadefensa de disposición zonal resulté al final del encuentro uno de los
aspectos más discutidos del mismo. El técnico madridista llevó consagacidad, por contra el luego de sustituciones