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EL Barcelona fue un d?.gno finalista al perder por 30.28
La competición se dispara: ¡24 equipos!
Aquella igualdad
En la sexta edición hubo de
- nuevo final catalana. Esta vez
con Barcelóna y Layetano como
protagonistas. La hegemonía del
basket catalán volvía a ponerseen evidencia. Tanto azulgrana
como layetanenses tuvieron uncamino fácil hasta la fase de se
mifinales. El Barcelona batió con
holgura al Levante, de Valencia,
por doble goleada. 15-35 en la
ida y 47-14 en la vuelta, en LasCorts.
Por su parte, el Layetano
eliminó al Club de Regatas, de
Palma, también con doble victo
ria. Puro trámite, pues, para los,
dos representantes catalanes es
tos primeros embites eliminato
rios.
Idéntico signo en los cuartos de
final. El Español y el Gimnasio
Valencia caían claramente derrotados eh las dos conf rontacio
nes ante Barcelona y Layetano,respectivamente.
En las semifinales, que se
disputaron en concentración, enZaragoza, el 28 de junio, las co
sas ya no se presentaron tan fáciles para los dos equipos barcelo
neses. Mucho menos para el La
yetano, que tuvo como rival al
Real Madrid que, a su vez, se ha
bía clasificado batiendo con faci
lidad al Helios de Zaragoza. Pero
la prueba, durísima en aparien
cia, pudo ser superada por aquel
joven equipo de los Kurcharski,
Galve, Navarrete, Esteva, Ca
rretero y Font. Con muchas difi
cultades, es lo ciérto, y de la mag
nitud de las mismas dio buena
cuenta el apretadísimo 29-28
con que se resolvió el choque a
favor del equipo del club decano.
Un triunfo cuyo valor vióse real
zado por la circunstancia de figu
rar en el cuadro madridista los
hermanos Alonso, las estrellas
del Rayo, disuelto en 1941.
Por su parte,, el Barcelona, con
menos apuros, se impuso al
América madrileño, a expensas
del cual había logrado el Juven
tus de Vigo dar la sorpresa en los
cuartos de final venciendo al sub
campeón castellano por 23-22.
La final, disputada el 29 de ju
nio, constituyó un choque en ex
tremo equilibrado y pródigo en
emociones tanto como en ?cali
dad. No en vano se hallaban fren
te a frente los dos mejores con
juntos del momento. A las jóve
nes y prometedoras figuras del
Layetano oponía el Barcelona a
sus estrellas Miguel y Pedro Ca
rreras, Fernando Font, Ferran
do, Ignacio García y Francisco
Martínez Un choque auténtica
mente memorable que el Layeta
no logró inclinar a su favor poruna sola canasta: 30-28.
¡Veinticuatro equipos!
En la edición del 43 se batió el
récord de equipos participantes:
Por Marcelino Maneja
Los primeros años de la posguerra fuerondeportivamente brillantes para mi Tuvéla in
mensa suerte de no ser llamado a filas (mesalvé por los pelos puesto que acudieron los
del primer trimestre de mi quinta) y ello me
permitió seguir jugando a basket con otroscompañeros que habían corrido la misma
suerte e incluso reforzar a los equipos de loscuarteles. Cuando terminó la guerra no había
perdido IaíormEy tenía unas ganas enormesde reanudarlas competiciones.
Mi club, el Atlétic Basket Club Juniors deHospitalet, pasó a denominarse Hospitalet a
secas, en virtud de la ley que no permitía quelos equipos tuvieran otro nombre que no fue-
raen castellano, yaquella temporada quedamos campeones de Catalunya y posterior
mente de España. En esta época el basketvolvió a relanzarse, porque ya se comenzaba
a hacer pagar entrada para ver los partidos(entre 50 reales yuna peseta) y también losju
gadores comenzábamos a cobraralgo. Por lo
que a mí respecta, el primer dinero que medieron por jugar a basket fue en el Español,
en 1944, cuando cobré 3.(tJO pesetas de ficha.Para que se hagan una idea de lo que repre
sentaba, entonces yo ganaba 145 pesetas ala semana en mi trabajo.
Guardo muy buenos recuerdos de mi época de jugador, en la que todos éramos autodi
dactas. Antes jugábamos por instinto (porejemplo, yo era medio-centro y hacía todos
los pases sin mirar a mis compañeros) y ahora el juego es muy mecánico. Otro ejemplo
son las canastas de tres puntos. En mis tiempos consegwr.encestar desde el centro de la
pista era bastante normaL Pienso que los tiros desde 6,25, de los que se habla tanto aho
ra, no tienen ningún mérito.Y es que entonces los jugadores estába
mos más concienciados en aprender cosasnuevas. Yo jugaba con un pañuelo en la cabe
za para evitar que el sudor me llegara a losojos y el cabello me molestara. Pues bien, en
participar. Y ocurrió lo inevitable:
que transcurridas las masivas
confrontaciones de la primera eli
minatoria, de octavos y cuartos
de final, se plantaron en semifina
les los cuatro equipos que en la
parrilla de salida aparecían como
los más calificados candidatos altítulo: Barcelona, Layetano,
Real Madrid y SEU de Madrid.
En semifinales, cuya fase de
ida se celebró el 13 de junio, elLayetano, en una nueva prueba
de su pujanza, se permitió el lujo
de ganarle al Madrid a domicilio
por un margen de cinco puntos.
A esta sorpresa siguió otra en el
partido de vuelta. El Madrid se
los entrenamientos me tapaba los ojos con elpañuelo y me corría toda la pista botando la
pelota. Y cuando jugaba en el Joventut ibadesde Hospitalet (donde vivía) hasta Badalo
na en bicicleta para entrenar. Son sólo pequeños ejemplos que vivL. y como yo había
otros muchos.
Marcelino Maneja. Nació en l?Hospitaletde Llobregatel5 dejuniode 1921. Se inició
en los- infantiles del Juniore cuando teníasólo nueve años. En 1944 fichó por el Espa
ñol, donde estuvo una temporada. Posteriormente pasó al C.C. Hospitalet (tres tem
poradas) y cerró su carrera en el Joventutde Badalona, donde estuvo siete años (has
ta 1954). Tuvo una fugaz carrera como entrenador (Español, Santa femenino, Peda
gogium) y esté en posesión de la Medallade Honor de la FEB. Fue internacional en
varias ocasiones y en su palmarés figurannumerosos títulos de Catalunya y España.
a
LAYETANO, EL OTRO CATALAN
Ál Layetano, por motivos políticos, le cambiaron el nombre, pero siguió ?campeonando?
nada menos que 24, en represen
tación de 14 provincias, incluida
Canarias y Ceuta. Un buen nú
mero de los equipos inscritos
pertenecían a organizaciones del
Estado, tales como SEU, Frente
de Juventudes, Educación, y
Descanso e incluso Poilcía,
como era el caso del equipo querepresentó a Oviedo. Se explica
así que un campeonato de Espa
ña reuniese, un tan nutrido cuadro
de participai-tes, para cuyas entidades no constituía problema al
guno el presupuesto de despla
zamientos.
Es obvio que una mayoría de
esos equipos se limitaron a cum
plir el precepto olímpico que nos
recuerda que lo importante es
Personaje?
CINCUENTA REALESY UNA PESETA