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24 horas en la vida de..
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importa dónde uno esté para ser
feliz?, comenta. -Evaristo y Estela,sus padres, emprendieron hace
muchos años el largo camino haciala República Federal de Alemania,
acompañados de sus seis hijos.Antonio- mira hacia el pasado:
?Recuerdo que al principio se nos
hizo muy difícil adaptarnos. Noconocíarnoselidiomaynafaltaba
quien, en nuestros primeros tiem
pos en nuestra nueva escuela, seriera de mis hermanos y de mí.
Pero pronto empezamos a hablary a comprender el alemán. Hici
mos amigos. Eramos como cualquiera de los niños que vivían en
aquel pueblo?.
Antonio, pequeño emigrante.Reunida la familia al atardecer,
Evaristo y Estela contaban a sus
hijos por qué -habían tenido? queabandonar España, loá problemas
que habían encontrado ?en Madrid
para conseguir un buen trabajo...?Hablaban también de vólver y
quizá vuelvan, de hecho, dentro
ya de muy poco. Pero todos mis
hermanos tienen ya ss vidas es-
- tablecidas en Alemania. - -
- - - Antonio Orejuela, la tiérra tira.?Todos los veranos pasábamos
- - un mes en Fuente Palmera, un
pueblecito. de Córdóba. De allíprocede toda la familia. Cuando?
teniamos que regresar, ?nos íba
mos con mucha nostalgiaa cues
tas. ?Antonio Orejuela, crecido enAlemania. ?Soy mucho-más ger-?
mano que latino. La mentalidad
española es muy diferente de lamía. Pienso más como un alemán
que como un español. Hay áctitu
desde la gente de aquí que a veces no éntiendo.?
-En Palma de Mallorca, todas las?
mananas se dirige tacia el entrenamiento, mientras su esposa está en
la Facultad. A mediodía, vuelven
juntos a casa. Entre sus aficiones,déstacan la lectura, el cine, le en-
canta dar paseos y-charlar. En laisla balear le quieren mucho. Es un
hombre sencillo, simpático, de tra
to agradable.
?Antonio..; ¡qué técnica, tiene!?,dice de él en muchós lugares de.Es
paña y Alemania. En Langenselbold, en Madrid, en Barcelona, en
Salamanca, en Terrassa, en La Lui
siana, el pueblo de Sevilla de don-
? de son sus primos, también futbolistas, Diego y Jesús, en Füente
Palmera... en Mallorca El ?buen fút
bol no conoce? fronteras. Y si sobre
el campo le aclaman, a él se le ocurre:
?Esto es lo mejor que puedo
ofrecerles a mis padres, -que hanhecho posible que yo esté
?han dispensado?, explica; -? que trabajaron- duro, fuerte, iluAntonio, -mirada clara. ¿Cuál sionado, lejos.?
-
-será su próximo de destino? ?No Antonio, futbolista errante, homsé. Quizá aqu,- quizá allá. Pero no bre arraigado.
?i U-NU I( A
?Antonio tiene una técnica... ¡Y-cómo maneja el balón?, dicen de
él. ?Lo mejor de Antonio es su fo
que de pelota?, apostilla un tíosuyo que-vive y trabaja en Terrassa
y que nó se pierde ni uno de los par
tidos que juega su sobrino en Bar
celona. Son afirmaciones de gentes que lo conocen bien, frases que
pueden encontrar su eco en diversos puntos del universo. De Sala
manca a Palma de Mallorca, pa
sando por un pequeño pueblo ale
mán llamado Langenselbold. Entodos estos lugares saben del arte
futbolístico de Antonio Orejuela.-
António es el futbolista errante.
La vida no le deja echar raíces. Ha
bla el castellano con corrección,pero un leve acento y determina
das expresiones que utiliza revelan
que creció lejos de España, Anto- jnio, mirada tranquila y clara, fútbol
de séda, calle de Madrid. dos dé- -
cadas atrás, sin asfaltar. Antoniopequeño emigrante, Antonio gran
centrocampista que triunfa en la
? bella isla de Mallorca.
?Soy algo así como un vaga
bundo. He vivido seis años de mivida en Madrid, donde naci Re-
? cuerdo que mi hogar madrileño
- -estaba -en-San-Diega-de-Vallecaa--
y quela calle en que vivía estaba
? sin asfaltar. A los seis años nosfuimos a Alemania. Pasé los 16
años siguientes de mi vida en un
pueblo llamado Langenselbold. 1Después volví a España...?, nos
? cuenta.Acaba derenovar por cinco
años su contrato con el Real Mal{oróa. Pero sabe que eso, en fút
bol, no le-asegura que-un día de es-?tos no tenga que hacer las maletas,
como tantas otras veces en su
vida. ?Ya me he mentalizado de-que--mi destino parece ser ese:-no
echár raíces?,, dice. Antonio Orejuelacree mucho en el destino, en
esa fuerza misteriosa que pareceempujarle, de aquí para allá, a su
capricho.
Sé qUe ese! destino quien decide al finaL Regresé a España a
los 22 años,- al fichar por el Sala
manca. Allí pasé dos años, hasta
? que llegué a! Mallorca Si soyunpoco un vagabundo. Pero siem
pre, en mi vida, he tenido unho
- gar, én Madrid, en Alemania, en .1
? Salamanca, en Palma?, explicá,consciente de lo importante-quees. 1
? tener algo alo que llamar ?casa?.:?Antonio tiene una -tecnica
¡cómo le da al balón?; Antonio vol
vió a España a los? 22 años, recién
casado con Rosa, una joven española, qué creció, al igual que él, en
Alemania. Hoy, en Palrná,-él se-de-
? dica al fútbol, que es lo suyo, y ella
estudie Bellas Artés. ?Son felices.?Pahna es un lugar. estupéndo
para vMr. Yo soy una pérsona
muy tranquila y aqu, encuentro entidad estuvo siempre ami lado
esa tranquilidad que necesitó.? ? y cuando me ofrecieron renovar
- Antonio Oréjuela juega limpio y tuve que deóirque-si Aceptar fue
paga confianza, con confianza y - sólo una forma de corresponder
cariño con cariño. ?Mi actual -club - --nrJArtl#jmi?lpntpfrAÍn numme ha tratado siérnpre mUy bien.
En mi primer año en el Luis Sitjar
no tuve suérte, estuve lesionado y
vivé momentos muy amargos. La
Texto: Imma Mentruit
Fotos Miguel Moreno