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VIENE DE LA PÁGINA 37
suyos. Supo aprovechar la diferencia de peso ?Bowe dio en
la báscula 1 kilos más que Holyfield? y entró en la historia
del boxeo al ser el tercer púgil que reconquista la corona de
los pesados frente al mismo hombre que se lo había arreba
tado, junto a los míticos Muhammad Ah y Floyd Patterson.
Holyfield tiene ahora un palmarás de treinta victorias
contra una derrota ?la que sufrió ante Bowe e año pasado?
y en la madrugada de ayer se embolsó 1.300 millones de pe
setas frente a los 2.000 que se llevó Bowe, que ahora cuenta
con una derrota en su paimarés frente a 34 victorias.
El nuevo campeón del mundo demostró un gran
oficio y pianteó la pelea de un modo totalmente distinto a la
del año pasado. Ante un rival de más peso, envergadura y
diez centímetros más alto, Holyfield renunció a la fuerza ?su
baza del anterior combate? para exhibir una sensacional
preparación, fondo y rapidez, y no dejó que Bowe se sintiese
cómodo en el ring. Evitó los intercambios en la corta distan
cia para impedir los peligrosos ?jabs? de su oponente.
Esto no significa que Holyfield lo tuviese fácil. Bowe salió
a liquidarla pelea por la vía rápida, colocó en el primer asalto
un espeluznante derechazo que levantó a Holyfield de la lona
y durante los cuatro primeros asaltos se dedicó a perseguir a
un escurridizo Holyfield para buscarle la mandíbula, su punto
flaco. Los golpes dirigidos a un abdomen de hierro como el
de Holyfield no tuvieron el efecto esperado. Por si fuera
poco, las reacciones de Holyfield eran furiosas. Al final del
cuarto asalto los dos púgiles se desentendieron de la campa
na y se enzarzaron en un inténso intercambio de golpes. El
árbitro Milis Lane y un cuidador de Holyfield tuvieron el valor
de acudir a separarles y el aspirante cayó al suelo cuando era
retenido por el ayudante de su preparador.
Bowe ya había encajado por entonces un golpe en
la ceja izquierda que ya no dejó de sangrar en todo el comba
te. En el quinto asalto recibió un derechazo de Holyfield que
le obligó refugiarse en las cuerdas, donde fue cazado con
dos ?jabs? que a punto estuvieron de tumbarlo. El sexto asal
tole sirvió a Bowe para recuperarse y tomar la iniciativa en el
séptimo, hasta que apareció el paracaidista loco y obligó a
un descanso de poco más de veinte minutos. En ese interva
lo Bowe fue asistido por sus médicos para cortar una hemo
rragia nasal, hecho que fue protestado por los jueces.
Reanudado el combate se vivieron momentos de gran in
tensidad, de furibundos ataques por parte de ambos conten
dientes. Pareció como si, de golpe, a los dos les entrase prisa
por acabar lo antes posible. En el octavo asalto Holyfield en
cadenó una serie perfecta que encontró cumplida respuesta
en el noveno con un potente izquierda-derecha y dos dere
chazos de Bowe. En el décimo ambos púgiles se buscaron el
cuerpo y Holyfield concluyó
el ?round? con una serie de
tres ganchos de izquierda
que hicieron volar la protec
ción de Bowe.
A estas alturas del
combate Bowe se percató
de que llevaba las de perder.
Reaccionó con rabia, a cie
gas en muchas ocasiones,
enzarzándose en varios
cuerpo a cuerpo de los que
no sacó el resultado que per
seguía. Sólo al final reaccio
nó Holyfield con dos dere
chazos. En el último asalto
Bowe se dedicó a perseguir
a su rival, pero éste siguió
moviéndose con rapidez y
agilidad, por lo que el defen
sor de la corona dio muchos golpes al aire. A pesar de ello lo
gró conectar un golpe en el rostro de Holyfield que le hizo
perder la protección bucal. Tras la campana siguieron inter
cambiándose golpes hasta que Emanuel Steward, prepara
dor de Holyfield, salió a separarlos y acabó en la lona.
Al final, los jueces dieron su veredicto: Jerry Roth pre
sentó una tarjeta favorable a Hol,field de 11 5-1 12, Pat Jar
man también se decantó por él pero con una puntuación de
115-114, mientras que Chuck Giampa repartió 114 puntos a
cada púgil.
38
8 NOV
1993;1]
BOXEO;0] Conf esó que su objetivo era interrumpir el combate
El mejor. KO. de la velada
se lo llévó el paracáidista