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MUNDO DEPORTIVO Jueves 27 de mayo de 2004
Decidió y fue
elegido mejor
jugador de la final
Su temprana lesión
rompió al Mónaco
No funcionó ni de punta
ni de media punta
No brilló en ataque, pero
se fajó defensivamente
LA FINAL DE LA CHAMPIONS
DECO
GIULY MORIENTES
No fue la noche de Morientes. Como punta nato,
tal y como actuó hasta que Giuly se lesionó, no
pudo rematar ni un solo balón. Tampoco funcionó
como media punta en la segunda mitad. El
cacereño, que cayó varias veces en fuera de juego,
estuvo muy vigilado en todo momento L51816
DERLEI
Final de poca calidad
Como suele ser habitual en la mayoría
de las finales, al encuentro le faltó
calidad. Hubo muchas pérdidas de
balón y pocas jugadas de nivel
técnico. La superioridad del Oporto
fue manifiesta. Estuvo mejor situado
en el terreno de juego e hizo valer su
experiencia ante un Mónaco que dio
una imagen de equipo aprendiz.
Deco, para mi Barça
Quizás lo más destacable del partido
se puede encontrar en Deco. No
participó mucho en el juego porque
estaba muy separado de sus puntas,
pero apareció en el momento
oportuno, en la jugada del segundo
gol. Éste es el tipo de 'crack' que
quiero para mi Barça, el tipo de
jugador que hacen campeón a un
equipo.
Morientes ni las 'olió'
Por parte del Mónaco, Morientes
estuvo muy apagado. No remató ni un
solo balón. Apenas pudo tocar
algunos de cabeza, pero sin ningún
peligro y terminó jugando en una
posición de '10', de media punta, para
la que no tiene las cualidades
necesarias.
¿Y con Giuly?
Quizás si Giuly no se hubiese
lesionado en el minuto 21 de
encuentro, algo hubiera cambiado en
un Mónaco que dejó una impresión
muy floja.
Felicidades al presidente
Hay que felicitar al Oporto y a su
presidente, que ha conseguido dos
Copas de Europa en menos de veinte
años con un club pequeño y de
escasas posibilidades económicas L51816
Los grandes futbolistas aparecen justo en el momento en el que se les necesita. Deco no fue una excepción. El
encuentro se encontraba en ese punto muerto en el que siempre se sitúa una final cuando un equipo gana por la
mínima y las manecillas del reloj marcan el ecuador de la segunda mitad, ese momento en el que uno debe arriesgar y
el otro no sabe bien si nadar y guardar la ropa o si intentar decidir el partido. Con su categoría, Deco hizo fácil lo difícil.
Con un gran quiebro, resquebrajó la última resistencia defensiva del Mónaco y colocó el balón en la red. Su acción le
valió ser elegido mejor jugador de la final L51816
Todo lo que pasó en los primeros minutos de
partido tuvo como protagonista a Giuly, quien no
pudo resolver un mano a mano con Vitor Baía y dio
un gran pase a Rothen. Pero su lesión apagó la luz
del Mónaco y desbarató el sistema con el que ayer
Deschamps quiso sorprender al Oporto L51816
De las dos facetas que suele mostrar Derlei, ayer
fue mucho más importante la de carácter
defensivo. Su habitual pelea hizo que el Mónaco
tuviera dificultades para sacar el balón desde
atrás. No estuvo tan afortunado en ataque, donde
apenas se le vio L51816
ASÍ LOS VIO
MINGUELLA