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32 FUTBOL INTERNACIONAL
MUNDO DEPORTIVO Martes 6 de diciembre de 2005
Imanol Guillén
n
Cuando George Best nació el 22
de mayo de 1946 en el Hospital Ro-
yal Maternity de Belfast, Matt Bus-
by acababa de ser nombrado técni-
co del Manchester United. Las es-
trellas en el firmamento se habían
conjugado para iniciar uno de los
periodos más brillantes del fútbol
inglés.
El padre de Best, Dickie, de ori-
gen escocés, era un tornero en los
astilleros de Harland and Wolff; la
madre, Ann, trabajaba en la facto-
ría de tabaco de Gallagher. La pa-
reja crió a cinco hijos más en una
casa humilde, de protección ofi-
cial, cercana a Cregagh Road. Dic-
kie había sido, según palabras del
propio George, ?un buen futbolis-
ta aficionado?, aunque sería su
abuelo paterno, James 'Scottie'
Best, el hombre clave que impulsó
y dirigió los primeros pasos de la
futura leyenda hacia el mundo del
balompié. ?Mi abuelo vivía muy
cerca del estadio de Glentoran y
me solía llevar allí siempre que
había fútbol. Me pasaba por enci-
ma de la barrera para no pagar y
luego me colocaba en sus hom-
bros para que pudiera ver los par-
tidos?, recuerda Best en la biogra-
fía escrita por Joe Lovejoy.
Pero incluso cuando Best era un
niño que apenas sabía dar dos pa-
sos ya prefería divertirse con un
balón que ver a otros jugar. Sería
tras interminables encuentros en
la calle de sus padres donde Best
iría perfeccionando su futura téc-
nica, que electrificaría a su gene-
ración y a las futuras. ?Le pegába-
mos a un balón a la menor oportu-
nidad, desde que amanecía hasta
que se ponía el sol, ya que apenas
había fútbol en la televisión?, re-
cordaba Best.
Expulsado por novillos
Sin embargo el joven Best no aban-
donaría los estudios por el balón.
A los once años de edad, pasó un
examen tipo selectividad y logró
ser aceptado en el prestigioso cole-
gio Grosvenor High. Pero la fami-
lia Best pronto se dio cuenta de
que los estudios no eran para su
hijo. En el colegio se practicaba el
rugby (un deporte más elitista que
el fútbol en el Reino Unido) y pron-
to sus amigos de barrio que se-
guían dándole al balón se olvida-
ron de él. Él no les olvidó y así
comenzó a hacer novillos en el co-
legio para ir a jugar a fútbol con
sus antiguos amigos. Las
'campanas' le valieron la expul-
sión del centro escolar, por lo que
fue enviado a la escuela de Lisnas-
harragh, donde
cursaban sus estu-
dios todos sus
compañeros de
fútbol callejero.
Para esa edad,
los once años, el
fútbol ya era una
obsesión para
George Best, y su
madre, los días en
los que estaba so-
bria, tenía que
arrastrarle fuera
del terreno de jue-
go, un barrizal jus-
to detrás de unos
desagües públi-
cos, cuando caía
la noche.
La izquierda
A los trece años y
medio comenzó a
jugar para el equi-
po juvenil local,
Cregagh Boys. Su
técnico era Bud
McFarlane, que también era el en-
trenador reserva del Glentoran.
Fue el primero que vio algo distin-
to en George Best y el que le dijo
que podía llegar muy le-
jos. Fue la persona que le
dio el mejor consejo de
su vida. Un día le dijo:
?Eres flojo con tu pier-
na izquierda?. Best se
pasó toda la semana
practicando con su pier-
na izquierda golpeando
pelotas de tenis. El sábado
siguiente Best jugó calzan-
do una zapatilla en su pie derecho
y con una bota de fútbol en el iz-
quierdo. Ni una sola vez tocó el
balón con el pie derecho en todo el
encuentro, en el que ganaron por
21-0. Best logró aquel día doce go-
les, todos ellos con su pierna iz-
quierda.
1,55 y 40 kilos
Pero surgió un
nuevo problema,
el físico de Best.
Apenas llegaba a
los 155 cms de altu-
ra y no superaba
los 40 kilos de pe-
so. McFarlane te-
nía un amigo, Bob
Bishop, jefe de
'scouts' del Uni-
ted. Para conven-
cerle de que Best
podía competir
con jóvenes de ma-
yor poderío físico
preparó un en-
cuentro entre los
sub-15 del Cre-
gagh y un equipo
de jugadores de 17
y 18 años. George
apenas tenía 15
años, pero se bur-
ló de los mayores
en el terreno de
juego con su extraordinaria técni-
ca y marcó dos goles. Bishop envió
de inmediato un telegrama a Bus-
by diciendo escuetamente:
?Creo que te he en-
contrado un ge-
nio?. En 1961, un
Best de apenas
17 años de edad
se fue a Man-
chester para ha-
cer unas pruebas
en el Old Trafford.
Daba comienzo la le-
yenda George Best L51816
Monumento en Belfast y un partido de homenaje
GEORGEBEST
Capítulo
e
A HOMBROS DEL ABUELO SCOTTIE
A Best le echaron
de un prestigioso
colegio por hacer
novillos para ir a
jugar a fútbol
con sus amigos
en la calle y el
chaval mejoró
su toque con la
pierna izquierda
golpeando una
pelota de tenis
1
?Te he encontrado un genio?, decía el telegrama que Bishop, jefe de 'scouts' del ManU, le envió a
Sir Matt Busby tras ver en acción a Best, quien de niño se colaba en el campo del Glentoran
SUS ORÍGENES
El Ayuntamiento de Belfast planea
la construcción de un monumento
en memoria de George Best y la
Federación de Fútbol de Irlanda del
Norte desea organizar un partido
de homenaje al mítico ex jugador
del Manchester United con fines
benéficos. La tumba de Best en el
cementerio de Roselawn será
custodiada las 24 horas L51816
Su madre debía
arrastrarle por
las noches fuera
de su primer
campo de juego,
un barrizal