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36 POLIDEPORTIVO
MUNDO ATLETICO Viernes 9 de junio de 2006
Tenía 13 años cuando los
serbios cercaron la locali-
dad bosnia de Banja Luka,
donde había nacido y resi-
día, durante la Guerra de
los Balcanes. ?La ciudad es-
taba muy peligrosa, quizás salvamos la
vida?, rememora Ivan Ljubicic el mo-
mento en que él, su madre, Hacira, y su
hermano, Vlado, pudieron coger el últi-
mo avión que salía de la población a
Belgrado, la capital serbia. ?Estuvimos
esperando quince horas el autobús, una
situación incómoda para unos croatas
en medio de serbios?.
El periplo en autobús duró 40 ho-
ras, estuvo vagando por Yugosla-
via, Hungría, Austria y Eslovenia
antes de alcanzar Croacia. ?Y no
fue fácil entrar porque el vehícu-
lo tenía matrícula serbia. Fue un
viaje muy duro?. Parte de la fami-
lia estaba salvada, que no el pa-
dre, Marko, que se había queda-
do en Banja Luka. ?Los hom-
bres tenían difícil marcharse
porque les podían reclutar pa-
ra ir a la guerra. No vi a mi
padre ni hablé con él durante
seis meses. No sabía si vivía o
no, hasta que un día me telefo-
neó. Unas semanas después nos
reencontramos en Croacia?.
El tenis le abrió una puerta a la
esperanza. ?Gracias a la
federació bosnia, que becó a
varios chavales, me fui a
Italia, a un club de Turín.
Sólo tenía 50 dólares al
mes para comprar pasta
de dientes y cosas así?.
Allí conoció ?a mi se-
gundo padre, el entrena-
dor italiano Ricardo Piat-
ti. ?Nadie como él para sa-
ber qué es la vida, no vivió
una infancia normal?, seña-
la el transalpino, su compañe-
ro inseparable desde entonces.
Ljubicic está ofreciendo
su mejor tenis a los 27 años.
?Le ha costado conocer sus
límites, creer en sí mismo.
Ahora ya sabe lo que puede
hacer, cómo buscar el camino
de la victoria?, analiza Piatti.
También confía en que lo
encuentre en el duelo con Na-
dal. ?No veo a Rafa en su me-
jor forma, está un poco cansa-
do por todo lo que lleva encima. Veo un
60-40 por ciento para el español. Quizás
un 55-45. Seguro que Ivan tendrá su opor-
tunidad?.
Salva Sosa, un español en el equipo
Piatti es un personaje afable, de familia
multimillonaria, que sigue a Ljubicic
por devoción. Son mucho más que un
entrenador-jugador. El italiano era cons-
ciente de que ?Ivan se cansaba mucho,
no estaba preparado físicamente. No ha-
bía hecho trabajo. Y busqué un prepara-
dor. Así que después de estar con Luis-
mi, ex de Moyà, y Dorotchenko, contacté
con Salva Sosa, cuya labor ha sido funda-
mental. Ljubicic consume menos y libe-
ra mejor las emociones?.
El catalán Salva Sosa estuvo al lado
del mejor Sergi Bruguera y también con
Àlex Corretja. Ha vivido tres finales de
Roland Garros, con un balance de 2-1.
?Es un poco caro ?bromea Ljubicic-, pe-
ro ha valido la pena?.
Es un héroe nacional como medallista
olímpico en Atenas-04 (bronce en dobles
junto a Ancic) y campeón de la Copa
Davis. ?Es inteligente y sensible. La me-
dalla olímpica, de mucho valor en su
país, le dio la confianza que asentó con la
Davis?, dice con orgullo Piatti L51816
L50776L50776L50776 Ángel Rigueira/París
Eludió la guerra en el
último avión para vivir
con 50 dólares al mes
Ivan Ljubicic, el rival de Nadal
P
REPORTAJE
El superviviente de los Balcanes